25 Mag Reduce y reafirma la celulitis con los nuevos tratamientos combinados.

La celulitis es un problema importante que afecta a casi todas las mujeres de todas las edades: se manifiesta como una molesta y antiestética “piel de naranja”, retención de líquidos e inflamación.

Además del factor estético, puede provocar complicaciones relacionadas con la circulación y la inflamación de los tejidos.

Las causas están relacionadas con nuestros hábitos alimenticios y nuestro estilo de vida, pero también con la predisposición genética, los cambios hormonales y la mala circulación.

Lo primero que hay que hacer, para combatirla, es acudir a un profesional que sea capaz de identificar correctamente el tipo de celulitis: para ello, es posible acudir a un centro de belleza, a una farmacia, a un nutricionista o a un gimnasio equipado con termografía de contacto, una tecnología totalmente Made in Italy que es capaz de analizar y clasificar los tejidos.

El análisis se basa en el uso de placas termográficas de alta resolución que se colocan sobre la zona a evaluar: en pocos segundos, mostrarán el estado de la celulitis permitiendo clasificarla en uno de sus estadios: compacta, edematosa, fibrosa o esclerótica.

Este examen también es excelente desde el punto de vista preventivo, ya que permite mostrar la presencia de los primeros estadios incluso cuando aún no son visibles a simple vista o detectables por palpación. Además, al tratarse de un método totalmente no invasivo y sin contraindicaciones de ningún tipo, será posible repetir el análisis varias veces para seguir los progresos.

Una vez identificada la afección, podemos optar por un tratamiento estético: hoy vamos a hablar de la acción combinada de tratamientos de radiofrecuencia y ultrasonidos tridimensionales: el último avance técnico en tratamientos estéticos.

Se basa en el uso de una pieza de mano que combina ambas tecnologías, yendo a trabajar en todas las capas de la piel (a través de los ultrasonidos, cuya acción se ve reforzada por la radiofrecuencia): de esta forma, se van remodelando los tejidos reduciéndolos y reafirmándolos pero también mejorando la textura gracias a la oxigenación.

Estamos hablando de un tratamiento no doloroso, que le permite volver inmediatamente a sus actividades: la sensación que sentirá será la de un agradable y cálido masaje y la duración de cada sesión es de 30-40 minutos dependiendo de la zona a tratar.

La esteticista, además, puede sugerir el número previsto de sesiones pero, generalmente, se habla de 8-10 tratamientos.