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    La sonicación: el nuevo tratamiento estético anticelulítico

    Las cremas, los exfoliantes, los masajes, la actividad física y la nutrición adecuada son excelentes métodos para combatir la aparición de la celulitis y su empeoramiento con el tiempo.

    Sin embargo, cuando se pasa un cierto umbral, se necesitan tratamientos de belleza más profundos, dirigidos y duraderos: hoy hablaremos de la sonicación.

    Es una nueva metodología que se basa en el uso de ondas acústicas (llamadas ultrasónicas) que, al pasar por un líquido, van a crear burbujas de vapor que implosionan, creando un efecto de cavitación que desintegra las células grasas.

    Una vez desintegradas, las células liberarán triglicéridos en la sangre, que luego serán eliminados por los riñones.

    Teniendo en cuenta este punto, es bueno recordar que estos valores deben ser controlados antes de someterse al tratamiento de sonicación y, en caso de hipertrigliceridemia, sería muy desaconsejable.

    El uso de estas máquinas debe confiarse única y exclusivamente a profesionales (médicos o esteticistas) para no dañar estructuras distintas del tejido adiposo.

    El tratamiento no es invasivo y sólo se observa un ligero enrojecimiento en la zona tratada, así como una sensación de calor durante la aplicación de la pieza de mano.

    La sesión dura entre 30 y 60 minutos y el costo, a título indicativo, es de 100 euros o más por cada solicitud.

    Algunas máquinas de sonicación también proporcionan un efecto sónico que modifica temporalmente la permeabilidad de las células: de esta manera es posible aplicar productos cosméticos con ingredientes activos anticelulíticos, que se absorberán mejor y penetrarán más profundamente.

    La sonificación está contraindicada en las mujeres embarazadas, en las personas que padecen flebitis, eccema y, como ya se ha informado, en las que padecen hipertrigliceridemia. En caso de duda, es esencial buscar siempre el consejo médico.

    El tratamiento promete excelentes resultados pero, dado su particular principio de funcionamiento, lleva tiempo verlos a simple vista (30 a 45 días). En este caso, sin embargo, podemos contar con un centro de belleza equipado con termografía de contacto: una tecnología innovadora que permite analizar el estado de la celulitis antes, durante y después del tratamiento.

    Es un análisis basado en el uso de placas termográficas de cristal líquido (un sistema patentado para proteger su validez científica) que permite resaltar, a través de imágenes en color de alta resolución, y simplemente colocándolas sobre la piel, el estado de las capas adiposas subyacentes.

    Con el análisis termográfico de la celulitis es posible clasificar las etapas de la celulitis (no celulitis, edematosa, fibrosa, esclerótica) y actuar de manera preventiva (permite, de hecho, identificar la presencia de micro y macro nódulos incluso antes de que las imperfecciones sean visibles a simple vista o visibles a la palpación).

    Es un examen fácil, rápido, repetible y no invasivo

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