22 Gen ¿Has oído hablar de la celulitis al vacío?
Es un tratamiento estético innovador que toma su nombre de la terapia de vacío, una metodología ya aplicada en la antigua medicina china para contrastar las imperfecciones de la piel.
La celulitis, de hecho, se manifiesta con una llamativa mancha con el clásico aspecto de “piel de naranja”, pero esto es sólo una pequeña parte del problema ya que se arraiga mucho más profundamente en los tejidos subcutáneos. Es un trastorno multifactorial caracterizado por el estancamiento linfático que, si no se trata, empeora cada vez más.
Cada enfoque terapéutico debe intervenir en varios frentes: dieta, estilo de vida, tratamientos de belleza, cosméticos o estética médica, dependiendo de la situación de partida.
Lo que ciertamente es igual para todos es el análisis de partida, una importante información que nos permite comprender el mejor tipo de tratamiento de acuerdo a nuestra condición; esto puede ser llevado a cabo por el análisis termográfico de la celulitis, un método especial que, por medio de placas termográficas de alta resolución, nos permite detectar y clasificar la celulitis en una de sus cuatro etapas: ausente, edematosa, fibrosa, esclerótica.
Se trata de un examen fácil, rápido y totalmente libre de contraindicaciones: basta con colocar las placas en la zona que se va a analizar y, en pocos segundos, se podrá obtener una imagen en color de alta resolución que refleje las condiciones de los tejidos subyacentes.
La termografía de contacto, por otra parte, permite detectar la celulitis incluso cuando aún no es visible a simple vista o puede detectarse, convirtiéndose en una excelente herramienta de acción preventiva.
Una vez identificada la condición, podemos pasar al tratamiento real, basado en un dispositivo electrónico cargado con presión negativa, que succiona una porción de piel en una ventosa mientras los rodillos de masaje realizan un verdadero masaje drenante y linfático que ayuda a eliminar los efectos de la retención de agua.
Es un método indoloro que ayuda a estimular la microcirculación y la oxigenación de los tejidos tratados. También va bien con el tratamiento por radiofrecuencia, especialmente en los casos de una afección más grave, en los que se requiere un enfoque multiterapéutico.
No Comments