01 Mag Cómo elegir la crema anticelulítica adecuada
Como hemos visto en artículos anteriores, la celulitis es un trastorno multifactorial que puede ser contrarrestado, tanto desde el punto de vista preventivo como curativo, a través de tratamientos de belleza, cosméticos, deportes y nutrición.
Lo que, seguramente, representa el común denominador de todos los tratamientos es un análisis correcto: un punto fundamental para establecer la estrategia a aplicar.
Para analizar la celulitis, es posible utilizar la termografía de contacto: una tecnología basada en el uso de placas termográficas de cristal líquido que es capaz de poner de relieve, en pocos segundos, la condición y la etapa de la celulitis (ausente, edematosa, fibrosa, esclerótica).
El análisis se lleva a cabo colocando la placa termográfica en la zona que se va a examinar: de esta manera, se obtendrá una imagen en color de alta resolución, que reflejará el estado de los tejidos subyacentes aunque no sea todavía visible a simple vista o detectable a la palpación.
La termografía de contacto es un producto “Made in Italy” cubierto por una patente internacional y está fabricado en San Donato Milanés por IPS s.r.l.
Una vez realizado el análisis de la celulitis, podemos optar por el uso de cremas anticelulíticas: ¿pero cuál elegir?
Comencemos diciendo que los productos cosméticos son eficaces principalmente en las condiciones iniciales y no graves, mientras que, después, se convierten en complementarios de los tratamientos estéticos y médicos estéticos.
Cada crema debe tener 4 acciones fundamentales:
- Acción lipolítica (reduce la acumulación de células grasas).
- Acción drenante (ayuda a eliminar el exceso de líquidos).
- Acción circulatoria (mejora la circulación de la sangre).
- Acción protectora (refuerza las paredes evitando la ruptura de los capilares).
Es una buena práctica consultar siempre las etiquetas antes de comprar para estar seguros de que el producto es adecuado para nosotros.
Entre las sustancias que actúan sobre la adiposidad podemos mencionar las metilxantinas como, por ejemplo, la cafeína. Otra ayuda válida proviene del yodo contenido, por ejemplo, en las algas marrones.
Para la microcirculación y los capilares podemos recomendar cremas con castaño de indias, hiedra, centella y rusco.
Otro elemento muy importante es la capsaicina: una sustancia presente en el pimiento que permite la vasodilatación y la vasoconstricción de los capilares, estimulando su correcto funcionamiento.
Las cremas anticelulíticas deben aplicarse por lo menos dos veces al día con un masaje específico destinado a profundizar en los principios activos.
Aunque se toleran bastante bien, le recomendamos que no las utilice durante el embarazo y, en caso de duda, consulte siempre a su médico.
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