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    Adiós a la celulitis con el tratamiento de hidroelectroforesis.

    Cuando se decide luchar contra la celulitis, como hemos visto en artículos anteriores, se puede actuar en varios frentes: dieta, estilo de vida, actividad física, integración y tratamientos cosméticos, estéticos o médicos estéticos.

    Lo que cada tratamiento tiene en común es un correcto análisis de la condición de partida: esto nos permite comprender el alcance real del problema y luego decidir tanto el especialista como el enfoque a utilizar.

    El análisis de la celulitis puede realizarse mediante termografía de contacto, un examen especial no invasivo que permite ver la situación de los tejidos subyacentes clasificando la celulitis en una de sus 4 condiciones (ausente, edematosa, fibrosa o esclerótica).

    Este análisis se lleva a cabo simplemente colocando las placas termográficas, con cristales líquidos, en la zona afectada: en pocos segundos, será posible ver una imagen en color de alta resolución que refleje la situación de los tejidos subyacentes. El sistema es tan sensible que permite detectar la presencia de celulitis en una fase temprana: incluso cuando todavía no es visible a simple vista o detectable a la palpación, lo que permite actuar rápidamente de manera preventiva.

    Una vez determinada la condición de partida, es posible optar por un tratamiento como la hidroelectroforesis: una técnica que consiste en la penetración de ingredientes activos (diseñados específicamente para combatir la celulitis) en profundidad y sin el uso invasivo de agujas o jeringas. Se trata de un enfoque médico que implica la personalización de la droga utilizada, según el tema y el tipo de necesidad.

    La penetración de los ingredientes activos tiene lugar a través de un masaje realizado por una pieza de mano tecnológicamente avanzada que, con su movimiento, también ayudará a reactivar la circulación, estimulando la circulación y promoviendo la oxigenación de la piel.

    Por lo general, este tratamiento tiene una duración variable de unos 45 a 60 minutos y se repite, según la gravedad de la afección a tratar, durante 6 a 8 sesiones: es una técnica que no prevé contraindicaciones particulares, pero siempre se requiere una entrevista preventiva con el médico para excluir la presencia de cualquier alergia a uno o más ingredientes activos utilizados por la máquina.

    La hidroelectroforesis no está recomendada para pacientes con trastornos cardiovasculares o diabéticos, enfermedades degenerativas o mujeres embarazadas.

    La termografía de contacto también es excelente para seguir el progreso del tratamiento, permitiendo detectar el más mínimo cambio en el estado del tejido subcutáneo: una excelente manera de averiguar la eficacia del tratamiento, ganando la lealtad del cliente.

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