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    Microaguja: una técnica innovadora para la lucha contra la celulitis

    En el campo médico-estético, existen muchos tratamientos para combatir la celulitis y la adiposidad localizada: ya hemos analizado, en artículos anteriores, algunos de los más comunes como: criolipólisis, cavitación, radiofrecuencia, carboxiterapia, microvibración y ondas de choque.

    Hoy, sin embargo, hablaremos de la microaguja: una técnica innovadora de medicina estética, basada en la estimulación y la promoción de la formación de colágeno.

    La microaguja utiliza diminutas agujas que penetran en la piel (unos 1-2 milímetros) causando microlesiones que inducen, de forma forzada, la producción de colágeno y elastina.

    El proceso de reparación de la piel resulta en una mejora general de la condición de la epidermis.

    Este tratamiento se puede realizar fácilmente en todas las zonas afectadas por celulitis localizada y adiposidad como, por ejemplo:

    • piernas,
    • abdomen,
    • caderas,
    • terneros,
    • brazos,
    • cuello.

    La microaguja dura generalmente entre 15 y 30 minutos, dependiendo del tamaño de la zona a tratar.

    Algunos pacientes logran excelentes resultados incluso con una sola sesión anual pero, en la mayoría de los casos, es necesario someterse a una serie de 3-4 tratamientos espaciados con una separación de 6-8 semanas, especialmente en presencia de celulitis fibrosa, esclerosis y estrías.

    Inmediatamente después de la sesión de microneedle microaguja, notará un enrojecimiento general de la piel: el tiempo de cicatrización depende en gran medida de la profundidad del tratamiento pero, por lo general, vuelve a la normalidad después de 24 horas.

    Los beneficios se observan a lo largo de varias semanas y, en general, la mejoría se mantiene hasta 6 meses después de la sesión: por este motivo, sería bueno contar con un centro de medicina estética equipado con termografía en contacto, una tecnología capaz de demostrar, de forma tangible, la eficacia real de los tratamientos a los que se someten los pacientes: a menudo, de hecho, un ojo inexperto puede no darse cuenta de los progresos y sentirse decepcionado por el tratamiento realizado.

    Este análisis se basa en el uso de placas termográficas, que permiten monitorizar el más mínimo cambio en la situación de la microcirculación en el tejido subcutáneo (aunque no sea visible a simple vista).

    Una vez aplicadas sobre la piel, las placas termográficas detectan las variaciones de temperatura de la piel, reflejando lo que ocurre en los tejidos subyacentes y resaltando, a través de imágenes en color de alta resolución, la presencia y el estadio de la celulitis o adiposidad localizada: todo ello en una sesión rápida, no invasiva y repetible sesión tras sesión.

    Realizando un análisis antes y a intervalos regulares después de cada tratamiento con microaguja, será posible tener una idea de los progresos y beneficios reales.

    El sistema termográfico es producido por IPS y está protegido por una patente internacional para garantizar su unicidad basada en bases científicas.

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