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    Celulitis: cómo hacerla retroceder con un tratamiento de termo-hidroestimulación.

    ¿Es posible mejorar el estado de la celulitis, incluso en condiciones complejas como la fibroesclerótica, sin el uso de tratamientos invasivos?

    Aparentemente, la nueva tecnología de hidro-termo -estimulación (un tratamiento de última generación para la remodelación del cuerpo), además de mejorar la condición, podría incluso hacer retroceder la celulitis.

    El tratamiento explota una tecnología patentada totalmente hecha en Italia basada en el uso sinérgico de elementos naturales como el agua y el aire: su funcionamiento incluye las fases de masaje caliente, frío y vertical.

    Caliente: al colocar la pieza de mano en las zonas del cuerpo a tratar, se obtiene una importante reacción circulatoria; la vasodilatación generada produce efectos como la oxigenación y la nutrición de los tejidos congestionados.

    Frío: inmediatamente después de la aplicación de la pieza de mano caliente, se realiza un estímulo de contraste térmico por medio de la pieza de mano fría que, apoyada en la piel, activa reacciones circulatorias y nerviosas beneficiosas generando un proceso de vasoconstricción con efectos antiinflamatorios, desintoxicantes y tonificantes.

    Masaje vertical: cada pieza de mano de la máquina de estimulación hidrotermal está equipada, en su interior, con una forma de masaje de percusión mecánica capaz de generar ondas multidireccionales que crean un efecto de “piedra en el estanque”.

    Gracias a estas tres fases, es posible obtener una serie de efectos beneficiosos en una sola sesión, como por ejemplo:

    • drenaje,
    • reducción de la grasa,
    • la tonificación muscular,
    • tonificación dermo-conectiva.

    Para demostrar la regresión de la celulitis, el tratamiento de termo-hidroestimulación utiliza una tecnología innovadora llamada termografía de contacto: un análisis científico rápido, indoloro y no invasivo que permite “fotografiar” la microcirculación subyacente y definir, con certeza, las etapas de la grasa y la celulitis.

    El análisis termográfico se basa en el uso de placas de cristal líquido de alta resolución aplicadas a la piel en la zona tratada (o a tratar) que, en pocos segundos, permiten clasificar la etapa de grasa y celulitis.

    La termografía de contacto también permite destacar su presencia incluso cuando las imperfecciones no son visibles a simple vista o no son visibles a la palpación.

    El examen se realiza al principio y al final del ciclo de tratamiento (unos 10) para medir y demostrar la regresión real de la tan odiada celulitis.

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