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    5 pasos para tratar la celulitis

    La paniculopatía edematosa-fibroesclerótica, más conocida como “celulitis”, es una patología caracterizada por una condición alterada de la hipodermis y un efecto estético característico de la piel de naranja.

    Comienza a manifestarse con la degeneración de la microcirculación del tejido adiposo, con la consiguiente alteración de sus funciones metabólicas.

    Hoy vemos juntos cuáles son los 5 pasos a seguir para su tratamiento.

    El primer paso para combatir la celulitis, es reconocerla: todo parte de un correcto análisis, realizado por termografía de contacto, un examen que permite clasificar la etapa (ausente, edematosa, fibrosa, esclerótica) destacando el estado de los tejidos subyacentes.

    Es un análisis que utiliza placas de cristal líquido que, tras ser colocadas sobre la piel en la zona a analizar, resaltan (a través de imágenes en color, de alta resolución), el estado de la celulitis.

    La termografía de contacto, por otra parte, permite detectar la presencia de celulitis aunque no sea aún visible a simple vista o detectable a la palpación para actuar de manera preventiva.

    Dado que el análisis está totalmente libre de efectos secundarios y contraindicaciones, puede repetirse varias veces a lo largo del tiempo para evaluar y seguir la evolución del tratamiento.

    Una vez identificada la condición de partida, es posible pasar al paso 2, es decir, una dieta correcta combinada con un estilo de vida saludable y activo. Para ello puede acudir a un buen nutricionista que le dará toda la información dietética que necesite.

    Después de haber definido el aspecto nutricional, es aconsejable dedicarse a la actividad física sana: sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas están indicadas; por ejemplo, en caso de celulitis esclerótica (una condición agravada), hay que evitar hacer deportes intensos y duraderos, ya que el ácido láctico se drena con mayor dificultad, lo que empeora la situación de los tejidos y crea una mayor retención de agua. Recomendamos, por lo tanto, buscar el consejo de un buen entrenador personal para establecer un plan de entrenamiento a medida.

    Utilizar productos de calidad como productos de drenaje y cremas / exfoliantes: los primeros son suplementos para beber diluidos en agua que pueden ser de gran ayuda en caso de retención de agua e hinchazón; las cremas y exfoliantes, sin embargo, pueden ayudar a mejorar la condición estética de la zona tratada.

    En ambos casos son ayudas válidas, especialmente en las primeras etapas.

    Como último paso, le recomendamos que opte por los tratamientos estéticos o médico-estéticos: hay varios tipos, dependiendo de la condición y la zona a tratar, y (si se combinan con los otros pasos), pueden hacer verdaderos milagros.

    Elija siempre un centro estético o médico-estético de calidad, dotado de maquinaria de última generación y personal especializado: de este modo estará seguro de ponerse en las manos adecuadas pero, sobre todo, de resolver el problema de forma definitiva.

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