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    4 consejos para combatir la adiposidad localizada

    La adiposidad localizada es un problema estético y funcional que afecta a una gran parte de la población, ya sean hombres o mujeres, independientemente de la edad, y es una de las imperfecciones más odiadas. Se trata de una grasa localizada en determinadas partes del cuerpo que, a menudo, no sólo está causada por el sobrepeso, sino que también puede depender de factores hereditarios, de un estilo de vida poco saludable o de la toma de determinados medicamentos.

    La mayoría de las personas que sufren este problema también manifiestan un deterioro de la microcirculación que provoca una reducción de la oxigenación de los tejidos con posibles dolores localizados causados por una inflamación subyacente.

    En la formación de la adiposidad localizada influye una multiplicidad de factores que se combinan entre sí para dar lugar al trastorno. En concreto, la grasa localizada varía en función del sexo, la edad, el porcentaje de grasa corporal, los genes, la cantidad de actividad física practicada y, por último, debido a una mayor sensibilidad a determinadas hormonas.

    4 consejos para combatir la adiposidad localizada

    Esto es lo que podemos hacer para combatir la adiposidad localizada:

    • Análisis. Todo comienza con un análisis adecuado, que puede llevarse a cabo mediante la termografía de contacto, un examen que permite clasificar el estadio poniendo de manifiesto el estado de los tejidos subyacentes. Se trata de un examen que utiliza placas de cristal líquido que, tras ser colocadas sobre la piel de la zona a analizar, ponen de manifiesto (mediante imágenes en color de alta resolución) su estado. La termografía de contacto también permite detectar la presencia de celulitis incluso cuando aún no es visible a simple vista o no es detectable por palpación para actuar de forma preventiva. Al ser un análisis totalmente libre de efectos secundarios y contraindicaciones, puede repetirse varias veces a lo largo del tiempo para evaluar y seguir la evolución del tratamiento.
    • Uso de productos drenantes que pueden ayudar a mejorar el estado estético de la zona tratada.
    • Una dieta correcta combinada con un estilo de vida saludable y activo.
    • Tratamientos estéticos o médico-estéticos (siempre a realizar en un centro de belleza o médico-estético de calidad, dotado de maquinaria de última generación y personal especializado). De este modo, te asegurarás de ponerte en las manos adecuadas pero, sobre todo, de resolver el problema de una vez por todas.

     

    La termografía de contacto, gracias a su carácter no invasivo y a la ausencia total de contraindicaciones, puede ser una valiosa ayuda para seguir todos los progresos realizados a lo largo del tiempo.

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