29 Mag La mesoterapia: un tratamiento médico estético para combatir la celulitis

La mesoterapia es un tratamiento médico estético destinado a contrarrestar permanentemente las imperfecciones de la celulitis (un problema que afecta a más del 70% de la población femenina).

Su principio de funcionamiento tiene por objeto combatir las manchas y contrarrestar la retención de agua de los miembros inferiores y se basa en la administración intradérmica, por parte del médico, de fármacos específicos.

Este método se utiliza especialmente en medicina estética, sobre todo cuando se trata de una insuficiencia venolinfática que provoca una excesiva retención de agua.

Para saber si el tratamiento es adecuado para nuestro cuerpo, recomendamos realizar siempre un análisis preventivo con termografía de contacto (una tecnología innovadora capaz de resaltar la situación de los tejidos subyacentes mediante imágenes en color de alta resolución).

Se trata de un examen fácil, rápido y completamente indoloro que permite clasificar la presencia y el estadio de la celulitis (edematosa, fibrosa o esclerótica) simplemente colocando una placa termográfica en la zona de la piel a analizar.

En unos segundos, será posible tener un mapa claro de la condición de la celulitis y el doctor podrá decidir si la mesoterapia es el tratamiento más adecuado para nuestra condición específica.

El tratamiento de mesoterapia consiste en microinyecciones realizadas en la zona de la piel que se va a tratar y no implica el uso de fármacos anestésicos gracias al uso de agujas especiales de muy pequeño tamaño.

Las sesiones son generalmente semanales e incluyen 3 ciclos de tratamiento: ataque, terapia y mantenimiento.

El tratamiento es ambulatorio y permite volver inmediatamente a la actividad normal. La única contraindicación estética es la posible presencia de pequeños hematomas o pequeñas hinchazones en las zonas tratadas (que, en cualquier caso, desaparecen en pocas horas).

Un ciclo incluye, en promedio, 10 sesiones por semana pero, dependiendo de la gravedad del caso, el médico puede optar por reducirlas o aumentarlas.

Los resultados son excelentes y duraderos, pero no es un tratamiento aplicable a todos: de hecho, está contraindicado en el caso de los pacientes que sufren de diabetes, leucemia, enfermedades cardíacas y oncológicas, así como el embarazo y la lactancia.