17 Feb Combatir y vencer la celulitis con un correcto análisis preventivo
La celulitis, también conocida por su término científico “paniculopatía edematofibroesclerótica”, es un trastorno multifactorial que afecta a la mayoría de las mujeres y que se caracteriza por un antiestético aspecto de “piel de naranja”: una verdadera patología en la que la dieta y el estilo de vida desempeñan un papel primordial en su prevención y tratamiento.
Como todos sabemos, existen varios métodos de tratamiento: cosmético, estético o médico estético, todos ellos tienen en común la necesidad de combinar los tratamientos con una correcta alimentación y un estilo de vida saludable.
Normalmente, empezamos a preocuparnos cuando aparecen los primeros síntomas pero, por desgracia, a veces puede ser ya demasiado tarde y requerir tratamientos largos y costosos para actuar.
Sin embargo, existe una tecnología que puede ayudarnos a vencer la aparición de la celulitis: se trata de la termografía de contacto, que puede detectar la presencia de la celulitis desde los primeros estadios, cuando todavía es imposible detectarla a simple vista o por palpación.
Esto supone una auténtica revolución desde el punto de vista preventivo: poder combatir la celulitis, cuando aún no se ha manifestado del todo, nos permite aumentar las posibilidades de éxito, disminuyendo además la invasividad de los tratamientos a los que normalmente tendríamos que someternos cuando la afección ya se ha presentado.
El análisis termográfico de la celulitis se basa en el uso de placas termográficas de cristal líquido: un sistema altamente profesional capaz de mostrar, en pocos segundos, el estado real de los tejidos subyacentes simplemente colocando la placa sobre la zona a analizar.
Esta peculiaridad lo hace apto para cualquier persona, ya que no presenta ningún tipo de contraindicación ni invasividad en la realización del análisis, permitiendo además una repetibilidad siempre que se quiera comprobar la evolución del tratamiento o dieta que estemos siguiendo.
El sistema aprovecha el principio de que la celulitis, al ser un factor que afecta a la microcirculación, provoca mínimas alteraciones de la temperatura de la piel que pueden ser detectadas por nuestras placas termográficas.
Por ejemplo, en las zonas más cálidas se pueden encontrar condiciones de estasis sanguínea, mientras que en las más frías la presencia de nódulos y macronódulos; en las ausentes, en cambio, el tejido está ricamente irrigado y la temperatura es homogénea.
Como en todas las patologías, sin duda es mejor prevenir que tener que recurrir, más adelante, a sacrificios mucho mayores tanto en términos económicos (sometiéndose a costosos tratamientos) como en términos dietéticos.
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