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    Combatir el frío, la adiposidad y la celulitis con la sauna seca

    El otoño ya ha llegado y, con él, también la temperatura comienza a bajar, lo que nos lleva a cubrir más y más antes de salir.

    Esto, a menudo, hace que queramos hacer tratamientos estéticos, o médico estético, que requieren que nos desnudemos, nos volvamos perezosos y descuidemos el cuidado de nuestro cuerpo.

    Sin embargo, hoy en día podemos contar con la innovación tecnológica que nos ha permitido crear un nuevo tratamiento no invasivo útil para combatir la celulitis y la adiposidad localizada: la sauna seca.

    La máquina consiste en una sauna particular que ofrece una acción desintoxicante capaz de acelerar el metabolismo con la consiguiente reducción de la retención de agua, la mejora del estado de la celulitis y la reducción del tejido adiposo.

    Esta sauna particular proporciona calor seco y, a diferencia de una sauna tradicional, la ausencia de humedad permite acelerar el proceso fisiológico de expulsión del exceso de líquidos y toxinas.

    El tratamiento dura unos 60 minutos y a menudo se propone en combinación con la cromoterapia para obtener un efecto relajante y estimulante. No es invasivo: es, de hecho, un tratamiento caliente en el que el suministro de calor seco permite actuar directamente sobre la masa grasa con mayor facilidad.

    La eliminación, a través del sudor, de toxinas y escorias permite tener una acción desintoxicante que lleva a la mejora del tono de la piel que será más suave y brillante.

    Al igual que con las saunas tradicionales, siempre es mejor buscar el consejo de su médico antes de someterse al tratamiento, especialmente si sufre de enfermedades cardiovasculares o sospecha de embarazo.

    La sauna seca promete excelentes resultados y un buen método para comprobar su verdadera eficacia en nuestro cuerpo es la termografía de contacto, una tecnología especial que permite conocer el estado real de la celulitis y la adiposidad localizada.

    Su principio de funcionamiento se basa en la utilización de placas de cristal líquido que, tras ser colocadas sobre la piel en la zona a analizar, reproducen la composición del tejido subyacente en imágenes en color de alta definición, lo que permite detectar la celulitis (ausente, edematosa, fibrosa, esclerótica) y la presencia de grasa visceral.

    La termografía de contacto es un análisis no invasivo, indoloro y rápido: todas las características que la convierten en un aliado válido para seguir el progreso del tratamiento de sauna seca; también puede utilizarse en la óptica preventiva, ya que sus placas especiales permiten detectar la presencia de celulitis y adiposidad localizada incluso cuando no son visibles a simple vista o detectables a la palpación.

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