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    Celulitis: el enfoque nutricional basado en los antioxidantes

    La celulitis, como bien sabemos, es un trastorno multifactorial caracterizado por una mayor acumulación de grasa en las extremidades inferiores que crea problemas vasculares de estasis venosa o linfática.

    Este problema provoca alteraciones de la circulación con un flujo reducido de sangre y oxígeno en los tejidos con el consiguiente aumento de la producción de radicales libres (sustancias capaces de dañar la membrana celular y modificar su permeabilidad con importantes consecuencias para las funciones metabólicas de las células).

    La falta de oxigenación también provoca un empeoramiento del estado de la celulitis, ya que reduce la lipólisis y aumenta la producción de ácido láctico por parte del tejido adiposo, inhibiendo la movilización de la grasa subcutánea.

    El aumento de la producción de radicales libres causa un daño importante a la membrana celular, con una absorción deficiente de nutrientes y una escasa capacidad para eliminar toxinas y productos nocivos. Para mejorar esta condición, antes de que se convierta en crónica, es necesario tomar una cantidad adecuada de antioxidantes o sustancias que actúen como un escudo contra los radicales libres, permitiendo la formación de nuevas células, mejorando así el aspecto de la piel y la salud en general.

    Los antioxidantes se encuentran en las frutas y verduras frescas (por ejemplo, los tomates ricos en licopeno o los albaricoques y las zanahorias ricas en caroteno) o en suplementos específicos disponibles en el mercado.

    Siempre desaconsejamos el “hágalo usted mismo”, pero le sugerimos que recurra siempre a un nutricionista que pueda ayudarle tanto desde el punto de vista dietético como desde el de la suplementación con micronutrientes; mejor aún si está equipado con termografía de contacto, una tecnología especial capaz de detectar la presencia y el estadio de la celulitis (ausente, edematosa, fibrosa, esclerótica) de una manera completamente fácil y rápida.

    El análisis termográfico de la celulitis se basa en el uso de placas termográficas de cristal líquido que, tras ser colocadas en la zona de la piel a analizar, resaltan mediante imágenes en color, en alta definición, la situación vascular de las capas subyacentes: de esta forma se podrá detectar el grado real de celulitis y la posible presencia de nódulos. La termografía también funciona de manera preventiva, ya que es capaz de detectar la presencia de celulitis incluso cuando no es visible a simple vista o detectable a la palpación.

    Se trata de un examen fácilmente repetible, por lo que puede realizarse varias veces, a distancia, para seguir la evolución del programa dietético, así como para comprender si es necesario utilizar un enfoque estético, cosmético o médico estético.

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