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    Cavitación: cómo funciona y cómo monitorear el progreso del tratamiento

    La cavitación es un innovador tratamiento de medicina estética capaz de tratar la celulitis y la adiposidad localizada (por ejemplo, en terneros, brazos, abdomen).

    Se basa en el uso de un dispositivo que emite un ultrasonido de baja frecuencia que actúa a nivel del tejido adiposo causando una ruptura de los tabiques fibrosos (donde se encuentran las células grasas) y llevando así a la eliminación de la grasa del cuerpo a través del sistema linfático y los riñones.

    Antes de realizar el tratamiento es importante comprobar los valores de colesterol, hígado y función renal mediante análisis de sangre adecuados para excluir cualquier contraindicación.

    Es posible intervenir en las zonas donde se acumula más grasa como piernas (celulitis), pantorrillas, abdomen y brazos (adiposidad localizada).

    El tratamiento no es invasivo ni doloroso: durante las sesiones se producen sensaciones de calor u hormigueo sólo en la zona tratada, por lo que el paciente puede volver inmediatamente a sus actividades diarias: sólo puede haber enrojecimiento alrededor de las zonas tratadas.

    La cavitación es especialmente adecuada para pacientes con depósitos de grasa localizados o con etapas tempranas de celulitis.

    Después de las sesiones, es posible aplicar localmente cremas con efecto termogénico o realizar masajes drenantes para ayudar a la acción de la cavitación.

    Las sesiones se realizan mensualmente y los primeros resultados son visibles a partir de la cuarta sesión, por lo que es preferible optar por un centro médico / centro de belleza equipado con una tecnología capaz de detectar incluso los más mínimos cambios para que se puedan ver las mejoras reales: la termografía de contacto.

    Basado en el uso de placas de cristal líquido, la termografía de contacto (sistema IPS protegido por patente internacional), permite detectar (simplemente colocando las placas sobre las zonas tratadas) la temperatura de la piel que refleja lo que ocurre en los tejidos a continuación resaltando, a través de imágenes en color de alta resolución, la presencia y estadio de celulitis y tipo de grasa visceral.

    Un examen rápido, fácil, totalmente indoloro y sin efectos secundarios que, precisamente por estas características, puede repetirse periódicamente para mantener bajo control el progreso del tratamiento.

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