06 Lug 5 consejos útiles contra la adiposidad localizada

Entre las principales causas de la adiposidad localizada encontramos la edad, la escasa actividad física, la mala alimentación y la predisposición genética.

El género, sea masculino o femenino, afecta las zonas donde se acumula la grasa: los hombres tienden a acumular grasa en caderas y abdomen tomando la clásica forma de “manzana”, las mujeres en cambio tienden a acumular grasa en caderas, abdomen, glúteos y muslos, asumiendo una forma de “pera”.

¿Qué podemos hacer para contrarrestar esta molesta imperfección?

Aquí tienes 5 consejos para eliminar la adiposidad localizada:

1) Adoptar una dieta equilibrada, basada en el consumo de fibra, verduras frescas de temporada y frutas.

2) Procure realizar actividad física de forma constante, preferentemente si la sigue un experto.

3) Proceder con masajes estéticos y drenantes en las zonas con adiposidad localizada.

4) Eliminar el alcohol y el tabaquismo.

5) Contactar con centros de estética profesional especializados para evaluar el mejor tratamiento para nuestra serie de casos.

¿Qué puede hacer la estética profesional?

La estética profesional puede ser de gran ayuda para solucionar este problema: en primer lugar es importante partir de un análisis de la adiposidad localizada mediante el uso de la termografía de contacto, una tecnología especial basada en el uso de placas de cristal líquido microencapsuladas, que permite identificar las capas de grasa subcutánea resaltándolas a través de imágenes en color de alta resolución: de esta manera, es posible distinguir la adiposidad blanda de la endurecida para establecer el tratamiento más correcto.

Al ser un examen no invasivo y sin contraindicaciones, se puede realizar varias veces en el tiempo para ver todo el progreso del tratamiento.

Una vez realizado este análisis y establecida la dieta correcta con el nutricionista, se puede pasar a tratamientos como:

• Criolipólisis: disponible tanto en versión estética como médico-estética, se basa en el principio de congelación, es decir, llevar la zona tratada a temperaturas cercanas a cero. De esta forma, se activa un proceso de apoptosis celular que conduce a la muerte de las células grasas que luego serán expulsadas a través del sistema linfático.
• Laserlipólisis: una liposucción no invasiva basada en el uso de un láser de alta frecuencia que derrite selectivamente las células grasas a través del calor liberado. Este tratamiento también está indicado para laxitud de la piel.
• Cavitación ultrasónica: mediante el uso de ultrasonido, las células grasas se hacen implosionar, descomponiéndose gradualmente y sin dolor, y luego se expulsan a través del sistema linfático.