10 Mag 3 soluciones contra la adiposidad localizada
La adiposidad localizada es una de las imperfecciones más odiadas por mujeres y hombres. Se trata de grasa localizada en zonas específicas como caderas, muslos, abdomen, pantorrillas, brazos y glúteos que, muchas veces, no solo está provocada por una situación de sobrepeso sino que también puede depender de factores genéticos, un estilo de vida inadecuado o una alimentación incorrecta.
La mayoría de las personas que padecen este problema manifiestan también una microcirculación alterada que provoca una reducción de la oxigenación de los tejidos con un posible dolor localizado provocado por la inflamación subyacente.
En los últimos años, los profesionales de la estética y la medicina estética han desarrollado diversos tratamientos eficaces para reducir la adiposidad localizada, siendo los principales:
radiofrecuencia antigrasa, infrarrojos y criolipólisis.
1) La radiofrecuencia aprovecha la acción de calentamiento de las ondas de radio para actuar sobre el sistema linfático y la microcirculación, estimulándolos y provocando un efecto reafirmante en los tejidos. Las células grasas se descomponen y luego son expulsadas de nuestro cuerpo a través del drenaje linfático.
2) Los infrarrojos funcionan siempre según el principio del calentamiento pero aprovechan los rayos infrarrojos que actúan, de forma localizada, sobre la grasa más radicalizada. La acción tonificante y reductora permite mejorar el estado de las imperfecciones y reducir la grasa subcutánea.
3) La criolipólisis, por otro lado, explota un principio inverso, a saber, el de la congelación. Mediante una pieza de mano especial, las zonas a tratar se llevan a temperaturas cercanas a cero: de esta manera se establecerá un proceso de apoptosis celular que conducirá a la muerte de las células grasas con su posterior eliminación a través de nuestro sistema linfático.
Antes de intervenir, sin embargo, siempre es importante ponerse en contacto con un centro especializado capaz de realizar un análisis termográfico preciso del estado de la grasa.
El análisis termográfico, mediante el uso de una placa especial de cristal líquido microencapsulado, permite tener una imagen en color de alta definición, que refleja la situación de los tejidos subyacentes: de esta manera es posible distinguir la adiposidad blanda de la endurecida, así como así como poder clasificar la celulitis en uno de sus cuatro estadios (ausente, edematosa, fibrosa, esclerótica).
Dada su altísima sensibilidad, es posible moverse en una perspectiva preventiva ya que el sistema es capaz de mostrar las primeras acumulaciones cuando aún no son visibles a simple vista o detectables a la palpación.
Hablamos de un análisis totalmente libre de contraindicaciones, no invasivo y que puede ser realizado por cualquier persona de forma fácil, rápida y cómoda.
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